El 13 de noviembre de este penúltimo mes del año fue un día repleto de noticias para todos aquellos que desarrollamos nuestra actividad en el sector de las materias primas minerales. La principal razón para ello ha sido que el Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo sobre la propuesta de Reglamento que establece un marco para garantizar un abastecimiento seguro y sostenible de materias primas críticas, un documento más conocido como Ley de Materias Primas Críticas. El acuerdo, no obstante, es aún provisional, a la espera de que ambas instituciones lo adopten formalmente.

El acuerdo alcanzado mantiene los objetivos generales de la propuesta original, pero refuerza varios aspectos y añade otros. Añade, por ejemplo, el aluminio a la lista de materiales estratégicos y críticos; refuerza el punto de referencia del reciclado; aclara el procedimiento de autorización de los proyectos estratégicos y exige a las empresas pertinentes que realicen una evaluación del riesgo de la cadena de suministro sobre su abastecimiento de materias primas estratégicas.

En palabras de Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno español en funciones y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: “El acuerdo de hoy sienta las bases de la autonomía estratégica de Europa. Nuestra dependencia de las materias primas es el talón de Aquiles de nuestra competitividad, pero con la Ley de Materias Primas Críticas podemos convertir esta debilidad en fortaleza. Podemos crear un sector extractivo verdaderamente europeo; podemos convertir nuestros residuos en un recurso; podemos estrechar lazos con terceros países y podemos asegurar la línea de vida de nuestra industria de una manera verdaderamente sostenible”.

Garantizar el suministro de materias primas a escala local y mundial

La propuesta de Reglamento de la Comisión establece una lista de 34 materias primas críticas (16 de ellas estratégicas) y fija objetivos para aumentar la contribución de la UE a las mismas (10% para la extracción; 40% para la transformación y 15% para el reciclado). Para lograrlo, la propuesta pedía un procedimiento de autorización rápido y simplificado para los proyectos estratégicos de extracción, que tramitaría un único punto de contacto nacional. También pedía un análisis de riesgos de las posibles dependencias, planes de exploración de los Estados miembros, una mayor inversión en investigación, innovación y cualificación; y la protección del medio ambiente mediante el fomento de la circularidad y la sostenibilidad de las materias primas.

En el ámbito global, el reglamento identificaba medidas para diversificar las importaciones de materias primas críticas garantizando que no más del 65% del consumo de la Unión de cada materia prima estratégica proceda de un único tercer país.

Los elementos fundamentales del acuerdo:

  • Se mantienen los objetivos del 10% para la extracción de materias primas y del 40% para el procesado, pero aumenta el objetivo para el reciclado hasta el 25% (antes 15%) del consumo anual.
  • Se añade una materia prima crítica (aluminio) a la lista de materias primas estratégicas (por lo tanto, 34 materias primas críticas y 17 estratégicas). Por otro lado, además del grafito natural (que ya figura en la lista), el grafito sintético también será materia prima estratégica durante un periodo de tres años, hasta que la CE realice la primera revisión de la lista.
  • Se establecen procedimientos de autorización rápidos y simplificados (la duración total del proceso de concesión de permisos no debe superar los 27 meses para los proyectos de extracción y los 15 meses para los proyectos de procesado y reciclado).
  • Los Estados miembro designarán un punto de focal único para la tramitación de los proyectos.
  • Las grandes empresas que usen materias primas estratégicas para la fabricación de tecnologías estratégicas (por ejemplo, fabricantes de baterías, productores de hidrógeno, generadores de energías renovables, transmisión y almacenamiento de datos o producción aeronáutica) tendrán que realizar periódicamente una evaluación de riesgos de su cadena de suministro de materias primas estratégicas.
  • Se proponen medidas para diversificar las importaciones de materias primas críticas garantizando que no más del 65% del consumo europeo de ninguna de ellas proceda de un único suministrador.
  • Los proyectos capaces de producir materias primas innovadoras que sustituyan a las materias primas estratégicas en las tecnologías pertinentes podrán ser candidatos a ser proyectos estratégicos.
  • 18 meses después de la entrada en vigor del Reglamento, la CE presentará un informe sobre el consumo estimado de cada materia prima crítica para las tres próximas décadas.